martes, 28 de diciembre de 2010

¿Cuál es el problema?


A poco que he investigado he descubierto numerosos artículos y documentos de la diferencia de como se educa y enseña en Finlandia y como lo  hacemos en España, y como consecuencia de ello la diferencia en los resultados. En todos aparecen 3 ó 4 factores comunes que indican el éxito en un país y el fracaso en otro, sí fracaso escolar del país y no fracaso escolar del alumno como en algunos artículos que debaten el tema intentan transmitir, en un hipotético cambio de alumno normal de Finlandia con uno normal de España, ¿serían los mismos resultados al finalizar su etapa escolar? Sinceramente creo que no, por lo que quien fracasa en España es el sistema educativo que tenemos. Entendiendo que ello abarca muchos puntos importantes;
  • En primer lugar; la formación del profesorado, este debe ser el inicio del gran cambio en el proyecto educativo, a esta carrera tan importante sólo deberían acceder los que realmente tengan vocación y una vez dentro obtener una buena formación tanto especializada como pedagógica, con un criterio de renovación constante.
  • Otro punto importante es el consenso político en el tema, el objetivo sólo puede ser uno, la buena formación de los niños que después serán adultos. Este sería un buen proyecto en el que políticos de cualquier partido podrían redimir sus actuaciones en otros sectores y abogar por la unión,  empujando todos en una misma dirección.
  • Sin duda el tercer aspecto a tener en cuenta es la educación y el ejemplo en casa, y en ningún caso se debe tolerar la violencia que algunas veces se da, pero el problema del fracaso educativo español no es este, y no debemos caer en la tentación que esto nos bloquee para seguir adelante, seguramente muchas de las mujeres que hace 20 años sufrían malos tratos creían que sería imposible librarse de aquello, y gracias a una iniciativa político-administrativa y a un apoyo en todos los sectores, hoy no es lo que era.
Visto esto, si todos tenemos algo que hacer y que aportar ¿Cuál es el problema para que dentro de 20 ó 30 años tengamos unos resultados diferentes en educación?

Toñi García

domingo, 19 de diciembre de 2010

La vida no se enseña, se experimenta

"Metemos a los niños en la escuela y en un aula de 30 metros les contamos lo que pasa fuera, les explicamos la vida. Les decimos cómo son los árboles, les obligamos a pintar árboles y a escribir sus partes en una libreta, pero no les permitimos tener la experiencia directa de sentir un árbol, tocarlo, olerlo, contemplarlo, chuparlo, oir el viento en sus ramas" es parte del contenido que Mónica de Felipe, terapeuta transpersonal de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal, comenta en el video Educación Integral, que más abajo puedes ver en su totalidad. Mónica nos recuerda que nadie le enseña al árbol a crecer y sin embargo realiza a la perfección todo su desarrollo, el ser humano ha creído durante mucho tiempo que los niños llegaban al mundo en blanco, como una tábula rasa donde debíamos ir grabando a fuerza de enseñar, todo el contenido de la vida, imponiendo a un Ser Integral, nuestras ideas, nuestras creencias, nuestros límites y miedos, colocando barreras y muros a la necesidad innata de experimentar todo, de movimiento incesante, de preguntar y cuestionar, de equivocarse y caerse, de mancharse ... acaso ¿impondríamos al mar que cesara en su oleaje, impediríamos a la lluvia que cayera y mojara y a los delfines que saltaran y jugaran?

Obligamos a los niños a que se comporten como adultos, seres en muchos aspectos reprimidos, sobretodo emocionalmente y con la educación les programamos a ello. No se debe ni se puede imponer una forma de ser, sino permitir que el Ser se desarrolle de forma libre y sana, esa es la diferencia entre educar con amor o enseñar a través del miedo.

"Crecer juntos es un ARTE, que nos muestra el camino hacia una vida más sencilla, plena y consciente" nos recuerda Mónica de Felipe.


sábado, 18 de diciembre de 2010

Educar y Enseñar

Es cierto que aunque estos términos se puedan parecer significan cosas diferentes en cuanto al contenido. A un niño, cualquiera le puede enseñar algo, bien sea una asignatura en el colegio, o como resolver algo en un momento puntual. Pero educar es un proceso que el niño asimilará, y como tal proceso habrán muchos adultos que le influirán a lo largo de su formación. Por su puesto en primer lugar los padres, pero claro aquí empieza lo difícil porque no se nos enseña a ser padres, pero si tenemos que hacerlo bien. En este sentido creo que no debemos escatimar esfuerzo en documentarnos y formarnos para hacer un buen trabajo. Existen numerosos profesionales como Aurora del Prado Romero, que nos indican interesantes pautas a seguir.
Educar es transmitir valores, normas de educación y civismo, y si anteriormente decíamos que se trata de un proceso, en este entran en juego más  personas que los padres, por ejemplo abuelos, hay gente que tienen recuerdos y anécdotas imborrables que le transmitieron sus abuelos. Y por supuesto aunque su función inicial sea enseñar, los maestros van a influir de una manera importante en la educación del niño, cuando el profesor enseña en clase sin duda también educa.

Toñi García

viernes, 3 de diciembre de 2010

"No educas..." René Trosero.

No educas cuando impones tus convicciones, sino cuando suscitas convicciones personales.

· No educas cuando impones conductas, sino cuando propones valores que motivan.

· No educas cuando impones caminos, sino cuando enseñas a caminar.

· No educas cuando impones el sometimiento, sino cuando despiertas el coraje de ser libres.

· No educas cuando impones tus ideas, sino cuando fomentas la capacidad de pensar por cuenta propia.

· No educas cuando impones el terror que aísla, sino cuando liberas el amor que acerca y comunica.

· No educas cuando impones tu autoridad, sino cuando cultivas la autonomía del otro.

· No educas cuando impones la uniformidad que adocena, sino cuando respetas la originalidad que diferencia.

· No educas cuando impones la verdad, sino cuando enseñas a buscarla honestamente.

· No educas cuando impones un castigo, sino cuando ayudas a aceptar una sanción.

· No educas cuando impones disciplina, sino cuando formas personas responsables.

· No educas cuando impones autoritariamente el respeto, sino cuando lo ganas con tu autoridad de persona respetable.

· No educas cuando impones el miedo que paraliza, sino cuando logras la admiración que estimula.

· No educas cuando impones información a la memoria, sino cuando muestras el sentido de la vida.

Vocacion para educar





Cuando la educación ejercida como profesión lleva implícito el ser vocacional,  aquella se convierte en arte. Es el arte de crear  personas, aportándoles pilares fundamentales en la estructura de su formación de una manera coherente y respetuosa, basada en el desarrollo de valores tanto en lo que se da como en lo se pide.
La vocación debería ser la premisa en todo proyecto con la educación, tanto en las universidades donde se imparte la formación, en los equipos directivos de colegios y por supuesto en el alumno que opta por la docencia.



Recuerda que....

  • Recuerda que... 
  • la frágil memoria de la mente de tus alumnos, olvida fácilmente lo aprendido; pero la firme memoria de su corazón retiene de por vida lo sentido y lo vivido
  • Entonces, si quieres educar, no pongas el acento en cargar las mentes con conocimientos; llene más bien los corazones con valores y vivencias.
  • Recuerda que ...
  • produces más calor encendiendo un fósforo que hablando sobre el fuego; e iluminas más encendiendo una vela que describiendo el sol.
  • Entonces, si quieres educar, no impongas caminos obligando, muestra tus ideales caminando; no ahogues con el peso de normas y preceptos,  contagia tu alegría de vivir auténtica y responsablemente.
  • Recuerda que ...
  • los docentes no educan sin amar, porque los conocimientos no los hacen.
  • Entonces, si quieres educar, ama a tus alumnos como son y los verás cambiar y crecer, en camino hacia lo que deben ser. Y no olvides... si amas y vives en la autenticidad, educas sin proponértelo; si no amas y no vives de verdad, no educas aunque te lo propongas.

 René Juan Trossero.